La cosmética natural de Jo Newman …

 …o cómo sentirse alquimista por unas horas

Hasta ahora nunca me había parado a pensar que con algunos de los productos que tenemos en casa podemos hacer una excelente cosmética. Menos mal que en este mundo existen mujeres como Jo Newman para transmitir con una delicadeza y una educación exquisitas recetas que podrían caer en el olvido. Jo ha recuperado «recetas de nuestras abuelas» y, en este taller de Idò Craft, nos las ha querido regalar de forma totalmente altruista. Gracias, Jo.

A las diez de la mañana del sábado 2 de marzo el sol y el frescor animaba uno de los barrios con más encanto de Palma de Mallorca, el Barrio de Santa Catalina. En The Open Studio 79 de la calle San Magín ya estaban Jo y Tatiana Sarasa preparando el taller. El cariño y la profesionalidad se percibe pronto: los frascos distribuidos para cada alumna, un pequeño dossier con las recetas, unas etiquetas editadas con el gusto de una artista de la talla de Tatiana y una jarra de agua con naranjas y romero para hidratarnos.

Es imposible transmitir aquí los conocimientos botánicos de Jo que nos fue citando las propiedades de los aceites, arcillas, mantecas y plantas con las que elaboraríamos pasta de dientes, tres tipos de bálsamo de labios; un exfoliante y una máscarilla facial según nuestro tipo de piel.

El bicarbonato es el principal ingrediente de la pasta de dientes cuya receta Jo Newman nos la facilita también aquí. Jo reconoce  que » ya no podría vivir sin bicarbonato» pues lo usa como detergente para la lavadora, como champú, como desodorante y, cómo no, para desatascar tuberías. Como veis, sabe sacarle partido a los productos. Eso sí, con mucho conocimiento y prudencia porque «los productos, aunque sean naturales, también pueden ser peligrosos».

Entre los consejos de Jo está el comprar  ingredientes 100% naturales pues «todo entra en tu cuerpo»; y en el caso de la cosmética, por la piel.

Precisamente ahora nuestros labios están hidratados gracias a los bálsamos labiales que fabricamos creyéndonos alquimistas. ¡Qué divertido, madre mía!

Ahora que ya lo somos gracias a Jo, me dedicaré a macerar aceite de oliva tal y como aquí describe para fabricar bálsamos curativos (aquí) con plantas tan raras como la consuelda con la que aliviaré las magulladuras de mis hijos en cuanto lleguen por la puerta de casa. ¡Estoy dispuesta a convertirme en una «alquimista 100 % natural»!